5.21.2006

Con todos ustedes... el gran Jack T. Chick

Lo admito, he sido un infiel. Durante años vagué por el desierto de la incredulidad, ciego ante la más humana de las evidencias: que Dios estaba conmigo. Anteponía ridículas creencias rojiprogres como la teoría de la evolución a las lógicas enseñanzas de nuestra Sagrada Bíblia.

Una muestra de un par de las obras de Chick que me han ayudado a encontrar el camino:




Nótese la habilidad argumentadora de Chick: ¿cómo lo saben si no lo han visto? Obvio es que eso no vale para la mano que inspirada por Nuestro Señor escribió el Libro de los libros.


Y es que encima de ignorantes, los evolucionistas son feos.

¿Abuelito?

¿Cómo ha logrado Chick ver tan claro a través de los velos que Satanás pone entre nuestros ojos y nuestro buen Jesús? Debemos saber que nuestro Jack es un born again christian, como otro de los grandes líderes de nuestra era, George W. Bush. Leamos el estremecedor testimonio del propio Jack, en el que nos revela como se produjo su salvación: "Dios ya estaba trabajando en mi corazón, pero cuando Fuller dijo: 'Si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos', caí de rodillas y mi vida fue transformada para siempre".

Pero Jack T. Chick tiene mucho más que decirnos: por ejemplo, que el catolicismo no es cristiano. Uno que se educó en un colegio marista y tuvo que soportar los rollos matutinos de sus profesores -entre ellos el de una hippy que nos leía a Bucay todas las mañanas- siempre lo había sospechado, pero Chick nos da pruebas irrefutables.


Mi sueño hecho realidad: todos mis ex-profesores de cabeza al infierno. ¡Jua, jua jua!

Extremaunción

La genial forma de argumentar de Chick, batiéndose en igualdad de condiciones con el rival dialéctico y dejándole en ridículo una y otra vez no puede dejar de recordarnos a un nuevo Sócrates, pero superior: mientras que en el Día del Juicio Chick estará entre angelitos (por cierto, Jack ¡descúbrenos su sexo!), Sócrates se irá de cabeza a la caldera, por hereje de mielda.

Para acabar, no podemos dejar de recomendar que visiten su web, en la que además conocerán que Halloween es una festividad satánica o el ejemplar tratamiento que recibirán sodomitas y heterosexuales promiscuos varios cuando el Señor pase cuentas con nosotros.

Y recuerden niños...


5.01.2006

Una defensa de Houellebecq

Michel Houellebecq está de moda. Este escritor francés, que afirma ser principalmente un poeta, ha saltado a la fama mundial gracias a sus novelas; tanto es así que mientras podemos encontrar todas sus novelas traducidas -y la mayoría en formato bolsillo-, de sus libros de poemas sólo está traducido Renacimiento. Por ello quiero defenderle en el territorio donde más ha sido atacado: su narrativa.

Antes que nada, debemos buscar sus influencias. Creo que con estas tres queda bastante bien esbozado el personaje: Céline, Lovecraft y Camus (éste último algo menos); da miedo, ¿eh?. Profundizando, encontramos en la correspondencia de Lovecraft una frase que según el mismo Houellebecq, iluminó la compresión del hombre contemporáneo y resume su obra: "El valor de un ser humano se mide hoy en día por su eficacia económica y su potencial erótico"*. Hasta aquí ningún problema: nuestro Michel parece un autor más dispuesto a cantarle las cuarenta al sistema. ¿Qué es lo que diferencia a Houellebecq de los demás autores antisistema? Pues, principalmente, en que nuestro autor sufre del mal de Schopenhauer; un pesimismo radical que le lleva a abominar del ser humano. Sus soluciones no pasan por el cambio de sistema, sino, como se deja ver en Las partículas elementales, por cambiar al ser humano en sí, cosa que no puede dejar de recordarme a Fukuyama.


"No aceptaría un premio Nabokov porque me parece un escritor muy malo". Ésta no te la voy a perdonar, Michel...


Una de las críticas más absurdas que se hacen contra Houellebecq es que sus obras son racistas, machistas y todos los -istas que a usted se le ocurran. Es absolutamente cierto, Houellebecq hace comentarios poco loables de los árabes y de las mujeres. Pero esto pierde todo su sentido cuando también ataca a los europeos y a los hombres. Todos los -ismos de Houellebecq son sintetizables en una palabra: misantropía. Y contra esto, poco hay que decir.

Otra crítica: Houellebecq es un autor de best-sellers, que busca la provocación fácil. Ésta sí que tiene miga; efectivamente el estilo de Michel no es especialmente elaborado, y en muchas ocasiones da la impresión de buscar constantemente la frase hiriente. Pero... ¿qué hay de malo en ello? Como decía Goethe, "la única condición para tener un buen estilo es tener algo que decir". Y, a diferencia de los autores de best-sellers convencionales, Houellebecq tiene mucho que decir (desde luego, este hombre sólo podía convertirse en un superventas en Francia).

La última crítica a la que responderé en este artículo me la ha dado el forero pepecollins (de los foros de la acb). Según él, Houellebecq le parece una mala copia de Camus. Nótese que pepecollins opina esto después de leer Ampliación del campo de batalla, primera novela del autor y que hay que admitir que tiene cierto parecido con El extranjero. Sin embargo, y aunque ya en sus novelas posteriores se distancia, quiero denotar las diferencias entre el absurdismo de Camus y el de Houellebecq.
La filosofía de Albert Camus es muchísimo más intelectual y filosófica en un sentido clásico que la perspectiva de Houellebecq; ésta última es un ataque visceral, mucho menos estructurado que la dialéctica del argelino. Podriamos decir que mientras que Camus protesta por la falta de amor, Houellebecq lo hace por la falta de sexo. Cosa que de ninguna manera puede tomarse a broma.

Para acabar, quiero citar un trocito de la última obra del autor de hoy: La posibilidad de una isla. Esto es lo que opina el personaje cuando sintoniza con un programa cultural en la televisión española:
era más que un azar, era un milagro, porque los programas culturales son raros en la televisión española, los españoles no aman los programas culturales, ni la cultura en general, es un territorio que les resulta profundamente hostil, a veces se tiene la impresión, cuando se les habla de cultura, de que se les hace una especie de ofensa personal
¿Cuántas veces habré pensado yo lo mismo?

PD: Creo que la crítica de Houellebecq al liberalismo queda resumido con estas líneas de Ampliación del campo de batalla:
En un sistema económico perfectamente liberal, algunos acumulan considerables fortunas ; otros se hunden en el paro y la miseria. En un sistema sexual perfectamente liberal, algunos tienen una vida erótica variada y excitante; otros se ven reducidos a la masturbación y a la soledad. El liberalismo económico es la ampliación del campo batalla, su extensión a todas las edades de la vida y a todas las clases de la sociedad"

*:Si alguien ha llegado hasta este blog a partir del enlace de mi firma, seguro que le suena esta frase. Por cierto, la primera obra de Houellebecq fue un... ensayo sobre Lovecraft, cuyo título nos deja muy claro el enfoque que sigue el autor: H.P. Lovecraft - Contra el mundo, contra la vida.

4.07.2006

El teatro de Albert Camus

Albert Camus (1913-1960) es indiscutiblemente uno de los referentes intelectuales del siglo XX. Sus méritos académicos son indiscutibles: el Premio Nobel que ganó con tan solo 44 años lo atestigua. Sin embargo, Camus es mucho más que eso. Hay en él una honradez fuera de la común, una honestidad que chocaba con el resto de intelectuales de su época, que como él dijo habían situado su sofá en el sentido de la historia. Como pequeño homenaje trataré de resumir aquí su producción teatral, que a pesar de ser relativamente corta -tan sólo 4 obras, sin tener en cuenta las adaptaciones- no por ello resulta menos interesante; de hecho, creo que a través de su teatro podremos hacernos una idea de la mayor parte de la trayectoria de Camus, exceptuando el último periodo (desgraciadamente su última obra, Los justos, data del año 1949, 11 años antes de la muerte del autor en un accidente de tráfico).

  • Calígula (1938): Dejemos que el propio Camus resuma su obra: "Calígula, hasta entonces un emperador relativamente aceptable, advierte a partir de la muerte de Drusila, su hermana y su mujer, que el mundo no es satisfactorio. Desde entonces, obsesionado con lo imposible y envenenado por el desprecio y el horror, trata a través del asesinato y la perversión sistemática de todos los valores, de ejercer la libertad". Pura filosofía del absurdo; como pueden ver, se trata de la obra que más íntimamente ligada está a el primer periodo de la trayectoria intelectual de Camus, que podriamos llamar etapa del absurdo, cuya base filosófica se encuentra en El mito de Sísifo. En ella podemos ver un hombre enfermo física y moralmente, que nos retrae a la tuberculosis que afectó al autor. Personalmente siempre he visto a Camus como un hombre enfermo de nihilismo, que conoce su enfermedad y trata de huir de ella, a través de la filosofía, de la comunión con la humanidad o de Dios.
  • El malentendido (1944): Recurramos a Camus de nuevo; "un hijo que quiere ser reconocido sin haber dicho su nombre y que es asesinado por su madre y su hermana a causa de un malentendido; este es el argumento de la obra". Obra de transición entre el primer periodo y el segundo, el absurdo que envuelve la historia es evidente. Tragedia de lenguaje clásico, y no por ello menos contemporánea; tenemos a una nihilista, a una mujer cansada y a una mujer que ama. Dios está por allí, pero no oye muy bien y cuando se le pide ayuda, se niega. A destacar el personaje de Marta, primera "Verhovenski" de Camus, donde ya podemos entrever la crítica al "el fin justifica los medios" que tantas complicaciones le traería al filósofo francés; además, tanto este personaje como la obra en general rompe con los esquemas de personaje femenino que se cumplen en las otras obras.
  • El estado de sitio (1948): Mezcla de diferentes géneros, El estado de sitio está a medio camino entre la comedia crítica a lo Darío Fo y la tragedia clásica. El argumento es muy similar al de su novela La peste; a la ciudad de Cádiz llega una epidemia, representada por La Peste y su secretaria, La Muerte. Continúan las críticas a la violencia revolucionaria que ya habían empezado con el personaje de Tarrou y que finalmente cristalizarían en El hombre rebelde, provocando la ya célebre disputa Camus-Sartre. Es probablemente en esta obra donde más claramente se puede ver el ideal de paraiso de Camus, muy ligado al mar Mediterráneo.
  • Los justos (1949): Última obra del autor francés, y en mi opinión su obra maestra. Aquí la idea camusiana de los límites de la rebelión, que dos años después aparecería en El hombre rebelde, aparece con una pureza brutal. Iván Kaliayev es un terrorista que lucha por un mundo mejor; sin embargo, ante la posibilidad de matar a niños es incapaz de asesinar al Gran Duque. Por ello discute con Stepan Fedorov, que simboliza el terrorista nihilista; aquí un extracto que creo revelador:
    STEPAN (Violentamente): No hay límites. La verdad es que vosotros no creéis en la revolución. (Todos se levantan, menos YANEK) Vosotros no creéis. Si creyerais totalmente, completamente, en ella, sí estuvierais seguros de que con nuestros sacrificios y nuestras victorias llegaremos a construir una Rusia liberada del despotismo, una tierra de libertad que acabará por cubrir el mundo entero, si no dudarais de que entonces el hombre, liberado de sus amos y de sus prejuicios alzará al cielo la cara de los verdaderos dioses, ¿qué pesaría la muerte de dos niños? Admitiríais que os asisten todos los derechos, todos, ¿me oís? Y si esta muerte os detiene es porque no tenéis seguridad de estar en vuestro derecho. No creéis en la revolución. (Silencio. KALIAYEV se levanta.)
    KALIAYEV: Stepan, me avergüenzo de mí y sin embargo no dejaré que sigas. Acepté matar para abatir el despotismo. Pero detrás de lo que dices veo anunciarse un despotismo que, si alguna vez se instala, hará de mí un asesino cuando trato de ser un justiciero.
    En la segunda ocasión, Kaliayev no duda y el Gran Duque muere. Sentenciado a muerte, da una última lección. "Si no muriera, entonces sí sería un asesino".Se trata sin duda de la obra en la que más se deja notar la influencia de Dostoyevski, especialmente la de la novela Los demonios (que posteriormente Camus adaptaría al teatro).

Además de estas cuatro obras propias, Camus adaptó Los espíritus, de Pierre de Larivey (1953); La devoción de la Cruz, de Calderón de la Barca (1953); Un caso clínico, de Dino Buzzati (1955); Réquiem por una monja, de William Faulkner (1956); El caballero de Olmedo, de Lope de Vega (1957) y Los Demonios, de Dostoyevski (1959).

Estoy convencido de que no será la última vez en la que Albert aparezca por este blog.

4.04.2006

El mito de la sobrerepresentación

Una de las ideas más extendidas sobre el sistema electoral español es que favorece a los partidos que tienen su voto concentrado, mientras que margina a las opciones políticas "dispersas": eso es cierto, como mínimo parcialmente. La otra idea es que el sistema favorece a los partidos que podriamos denominar "nacionalistas periféricos"; esta idea es falsa.

Para empezar plantearé una hipótesis para explicar el origen del mito del "nacionalismo sobrerepresentado". Creo que se trata de un efecto óptico, normal en cualquier persona que viera los resultados electorales de esta manera:

PSOE 164 10.909.687 42.64 %
PP 148 9.630.512 37.64 %
CiU 10 829.046 3.24 %
ERC 8 649.999 2.54 %
EAJ-PNV 7 417.154 1.63 %
IU 5 1.269.532 4.96 %
CC 3 221.034 0.86 %
BNG 2 205.613 0.8 %
CHA 1 93.865 0.37 %
EA 1 80.613 0.32 %
Na-Bai 1 60.645 0.24 %

Si buscamos injusticias a primera vista, la que más destaca es la de IU, que obtiene 5 diputados, aunque tiene más votos que CiU (10 escaños) y PNV (7 escaños) juntos. Pero sigamos: ¿es "real" esta injusticia"? Resulta evidente que hay un desequilibro entre la representación de CiU y PNV y la de IU, es decir que podemos afirmar que estos partidos están sobrerepresentados respecto a IU. Los que creen en el mito del "nacionalismo sobrerepresentado" se quedan aquí. Pero para obtener una verdadera respuesta, tendriamos que observar si la representación de cada partido es proporcional a su cantidad de votos. Así, supondremos que en un sistema ideal un partido que recibe el 10% de los votos, tendría que recibir 35 escaños (el 10% del Parlamento) o ligeramente más, para compensar los votos que reciben los partidos que no pueden llegar al Parlamento al no obtener el mínimo (que sería el 0,28%, es decir 100/350).

Así, comparemos los porcentajes de voto con los porcentajes de escaños. El primer dato será el porcentaje de voto, el segundo el porcentaje de escaños y el tercero la diferencia:

PSOE 42,59% 46,85% +4,26%
PP 37,71% 42,28% +4,57%
IU 4,96% 1,42% -3,54%
CiU 3,23% 2,85% -0,38%
ERC 2,52% 2,28% -0,24%
PNV 1,63% 2,00% +0,37%
CC 0,91% 0,85% -0,06%
BNG 0,81% 0,57% -0,24%
CHA 0,36% 0,28% -0,08%
EA 0,31% 0,28% -0,03%
NaBai 0,24% 0,28% +0,06%

Vemos que los partidos que salen ganando son, claramente, PP, PSOE y PNV; además de una ligera mejoría de NaBai.
Sale perdiendo principalmente IU, pero también CiU, ERC, BNG, CHA, CC y EA.

Ahora pasaremos a ver como quedaría un supuesto Parlamento "un hombre, un voto" y lo compararemos con el parlamento real:

PSOE 164 158 -6
PP 148 138 -10
IU 5 18 +13
CiU 10 11 +1
ERC 8 8 +0
PNV 7 5 -2
Otros 8 12 +4

Podemos observar que con una representación así, llegar a la mayoría absoluta sería prácticamente imposible, por lo menos con la situación política actual.

La parte del mito que he anunciado al principio como falsa ya está demostrada como tal. La cierta (el voto concentrado es mejor que el voto disperso) es mucho más fácil: los partidos que tienen su voto concentrado sale ganando, ya que los partidos que ganan las elecciones en cada autonomía (y los únicos que lo hacen son PP, PSOE y PNV) reciben una representación en el Parlamento superior a lo que les correspondería. Además, también resulta obvio que es mejor tener el voto concentrado en una autonomía aunque no se gane, como en el caso de CiU, que disperso por todo el territorio, como IU; mientras que la infrarrepresentación del primero es bastante ligera, la del segundo es claramente mayor.


PD: Hace bastante tiempo calculé esto, pero desgraciadamente perdí los datos. Así que he usado los de la revista "Tiempo" que sacó un artículo sobre el tema y cuyos números coincidían con los míos.